viernes, 29 de junio de 2012

La trata de personas: “¿nueva forma moderna de esclavitud?”

 Por Laura Pérez Prieto

La trata de personas es un problema muy antiguo que solo desde las últimas dos décadas ha venido surgiendo a la luz a pública. En otras palabras, vivimos frente a este problema viejo con un nombre nuevo.

Se relaciona la trata de personas a mujeres con la prostitución forzada, porque la mayor parte de las víctimas son especialmente mujeres y niñas.

Sin embargo, esta dificultad constituye una nueva forma moderna de esclavitud, que consiste en el traslado de hombres, mujeres y niños de un territorio a otro, en donde son esclavos en situaciones de trabajo forzado.

Esta experiencia comprende no sólo la prostitución, sino también distintas formas de explotación como la esclavitud doméstica, labores rurales en circunstancias inseguras, trabajo en fábricas y talleres, la extracción de órganos, etc.


La obligación de estas condiciones se efectúa a través de la amenaza o intimidación, el uso de la fuerza y otras formas de violencia como el secuestro, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de debilidad.

Durante el período colonial, las mujeres y niñas, especialmente africanas e indígenas, eran sacadas de sus lugares de origen y comercializadas como mano de obra, como objetos sexuales y como servidumbre.

La trata de personas como problema social empezó a mostrarse a fines del siglo XIX y principios del XX a través de lo que se llamo “Trata de Blancas”, significado que se usaba para el transporte y comercialización de mujeres de piel blanca, americanas y europeas, para usarlas como prostitutas en
países árabes, africanos y asiáticos.

Ahí es que se originaron las primeras teorías en torno a que estos movimientos eran producto de secuestros y engaños sobre mujeres inocentes con el objeto de esclavizarlas sexualmente.

La problemática sobre la "trata de blancas" (trata de personas en la actualidad) eran utilizados por el movimiento de la prostitución. Sus funciones se concretaban en la agenda mundial a través de diferentes convenios mundiales para la eliminación de la Trata de blancas, desarrollados desde 1904 hasta 1949, año en que la Asamblea General de las Naciones Unidas ratificó el Acuerdo para el castigo de la trata de personas y la explotación y esclavitud de la mujer.

Al principio de los 80, después de muchos años de silencio, los problemas sobre la trata de mujeres con fines de explotación y esclavitud sexual volvieron a tomar fuerza e importancia debido al aumento de la migración femenina, el cual parecía incrementar y hacia indudable evidente la
incidencia de este problema en la mayoría de los territorios del mundo.

En la actualidad, se empezó a usar la expresión “tráfico humano o tráfico de personas” para referirse al comercialización de mujeres y personas menores de edad.

Definición de las Naciones Unidas

La Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional conceptualiza la trata de personas de la siguiente manera:
“Es la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de violencia, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas similares a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos”.

Esta definición se halla en el Protocolo de las Naciones Unidas para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente de mujeres y niños (conocido también como el Protocolo contra la trata de personas), complementario a la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (conocida también como la Convención de Palermo).

El Protocolo contra la trata de personas representa un marco fundamental en los esfuerzos internacionales para luchar contra la trata de seres humanos establecido por la Convención de Palermo.

Este Protocolo es el primer elemento mundial legítimamente vinculante con un concepto convenido sobre la trata de personas. El fin de esta definición es proporcionar la tendencia en los puntos de vista nacionales e internacionales en correlación con el establecimiento de infracciones

penales que apoyan la cooperación internacional, la efectiva investigación y el enjuiciamiento de casos de trata de personas.

Otro objetivo del Protocolo es proteger y asistir a las víctimas de la trata de personas con el pleno respeto de sus derechos humanos.

La trata de personas en América Latina

En América Latina el ambiente se ha vuelto cada vez peor debido a que cada año se hace más grande la cifra de inmigrantes irregulares y el tráfico humano, esta cifra que es muy difícil de calcular con exactitud debido a la ilegalidad de las prácticas.

En América siempre ha sido un gran destino para muchos inmigrantes desde los colonizadores hasta los esclavos que eran traídos en contra de su voluntad para trabajar en estas tierras y mujeres que eran utilizadas para sexo.

Sin embargo hoy día nos encontramos con este tipo de esclavitud que es el tráfico humano. Puede ser considerado la esclavitud en estos tiempos y es un fenómeno que en América se abre camino a pasos enormes.

Un ejemplo claro de esto es la inmigración de cubanos a los Estados Unidos y como estos una vez llegados se convierten habitualmente en prisioneros en busca de mejores situaciones de vida, o países como Venezuela, Paraguay, Argentina, Puerto Rico, Colombia, Ecuador, Chile, Bolivia, Brasil
y Perú que son principalmente comerciantes de personas.

Colombia es clasificado como uno de los mayores comerciantes de mujeres que son transportadas a países Europeos, pero cabe destacar que este país aunque sea uno de los más afectados por este mal, también es uno de los que más trabaja para eliminar la trata de personas.

Miles de personas atraviesan fronteras traicionados por ofertas vanas y malos propósitos, y aún más alarmante es lo difícil que es el eliminar este mal que está intoxicando la sociedad.

Miles de mujeres son utilizadas en la explotación de la prostitución, las mismas son forzadas a vender su cuerpo, en ocasiones son sometidas a violaciones, maltratos y a circunstancias infrahumanas con el fin del tráfico humano que es la esclavitud del nuevo milenio.

La trata de personas es un problema global ya que más de 130 países han reportado casos. Es una de las actividades ilícitas más productivas, después del tráfico de drogas y de armas.

De acuerdo con evaluaciones de las Naciones Unidas, más de 2.4 millones de personas están siendo explotadas en la actualidad como víctimas de la trata de personas.

Es responsabilidad del Estado proteger la privacidad y la identidad de las víctimas de la trata de personas, en particular, previendo la confidencialidad de las actuaciones judiciales relativas a dicha trata.

Cada Estado de acuerdo con el Protocolo considerará la posibilidad de utilizar medidas consignadas a prever la recuperación física, psicológica y social de las víctimas de la trata de personas.

La mayoría de las víctimas son mujeres y niños que son timados con sueños ilusos que se convierten en nada y valiéndose de la debilidad de las víctimas las convierten en esclavos sexuales y laborales.

La clave para eliminar este problema es la unión y la cooperación mundial de todos los países, porque aún con la existencia de leyes e identidades que ayudan a las víctimas, las consecuencias que deja la trata de personas no se borran con el tiempo. Las experiencias traumáticas a las que son sometidos niños y mujeres inocentes traspasa el tiempo y atentan contra su salud pero más que nada contra su dignidad como seres humanos.

Trata de niños y niñas


Alrededor de 2,5 millones de personas en el mundo son víctimas de la trata de personas. Entre el 22% y el 50% son niños y niñas. El número exacto se desconoce ya que la trata de niños habitualmente se encubre, por lo que no se tiene datos exactos, muchas de estas realidades suceden dentro de las
ciudades o zonas urbanas.

Por ejemplo la trata con fines de explotación sexual ocurre con niños y niñas que trabajan en las calles de las ciudades. Muchos niños de zonas rurales son trasladados a las ciudades por los traficantes.

Existen pruebas de que la pobreza, el alcoholismo, la disfunción y violencia familiar, el abuso de drogas, el abuso sexual los hace más frágiles, además los que se hallan en las calles, o internos de instituciones están en alto peligro.[ Otros niños con grave inseguridad y peligro a la trata son los que
no están reconocidos por el estado, los que son trasladados a refugios se constituyen víctimas más difíciles de buscar y rescatar de este delito.

Tráfico de personas y crimen organizado
La mayoría de las veces el tráfico de personas está relacionado con el crimen organizado que habitualmente aparece acompañado por armas y drogas.

Se asegura que la trata de personas es el segundo negocio ilegal más rentable luego de las drogas. El crimen organizado, la inmigración y la trata de personas son temas que aunque muy diferentes están estrechamente conectados debido a que en ocasiones son las situaciones económicas las que exigen a las víctimas a emigrar y luego de llegar al sitio estas son sometidas a abusos y malos tratos. Recurriendo en muchos casos a la fuerza y las manipulaciones estableciendo un lazo de sometimiento con los traficantes que se adueñan de sus víctimas dejándoles poco o nada para coexistir.

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